El presidente de México, Enrique Peña Nieto, y su esposa, Angélica Rivera, saludaron al papa Francisco, lo invitaron a México e intercambiaron un solideo blanco, siguiendo así una antigua tradición católica que dice que todo fiel que se acerque con esta prenda, recibirá una similar de parte del líder de la Iglesia Católica.
Por ello, cuando el mandatario mexicano le ofreció el solideo, el papa Francisco se quitó el suyo para hacer el intercambio.
Peña Nieto, quien acudió en compañía de su esposa Angélica Rivera y dos de sus hijas, Nicole y Fernanda, saludó de mano a Jorge Mario Bergoglio cerca del altar mayor de la Basílica de San Pedro.
El Papa recibió a la delegación mexicana en la Basílica de San Pedro, hasta donde llegaron los titulares de la Secretaría de Relaciones Exteriores y de Hacienda, José Meade y Luis Videgaray, respectivamente; así como el Presidente y la Primera Dama.
Personalidades de todo el mundo, que incluyó la mayor parte de la realeza europea, estrecharon este martes la mano a Jorge Mario Bergoglio, el primer pontífice latinoamericano.
132 delegaciones oficiales asistieron a la toma de posesión del nuevo Papa Francisco, quien estuvo muy amoroso y cercano con todos los asistentes a su primer misa.
