Luego de que México quedara fuera del Mundial, el ánimo de los mexicanos en Brasil sigue bajo. Las calles ya no se sienten igual, ahora lo que predomina son los Colombianos que, emocionados por su Selección van por las calles cantando y gritando.
Mientras veíamos el partido, ahora en Río de Janeiro en el Fan Fest, lugar que pone la FIFA para quien no puede ir al estadio, el ánimo estaba a tope. El 80 por ciento de los asistentes apoyábamos a México; no todos éramos mexicanos, muchos eran de otros países que se sumaron a nuestra afición desde el principio del Mundial por la empatía que sienten hacia el país.
Cuando cayó el primer gol todos brincamos y gritamos con todo, veíamos cada vez más cerca la calificación. Todos a mi alrededor comenzaron a hablar de cambiar sus vuelos de regreso, gente dispuesta a vender su coche, que no les importaba que los corrieran de sus trabajos pero que no se quedarían con las ganas de vivir algo que parecía ser histórico... La selección de México, escalando a paso seguro hacia semifinales. Ya nos veíamos todos ahí! Hasta que en los últimos minutos del partido, la derrota llegó. El silencio entre las miles de personas se hizo presente, nadie lo podía creer. En pocos minutos toda la historia cambió.
Al final, más que de tristeza, las caras eran de incredulidad. ¿Cómo era posible que un festejo que había durado 85 minutos, en los últimos 5 hubiera cambiado tan drásticamente? La gente estaba confundida y así llegó el fin del partido. Por primera vez, no lo veíamos venir...
Vimos a una Selección decidida, preparada, que en cada partido cumplió los sueños y expectativas de todo un país, que nunca se intimidó ni se hizo chiquita ante ningún rival...
Gracias a la Selección Mexicana por esa entrega desgarrada que vimos en la cancha durante cuatro partidos donde nos hicieron gritar, emocionarnos, encendernos y con un sentimiento de orgullo de ser mexicanos... Los extranjeros seguían con nosotros!