Hoy amanecí ya en Natal, ciudad donde fue el primer partido de Mexico contra la selección de Camerún. La noche anterior, al llegar al hotel revisé el pronostico del clima, seria un día soleado perfecto para vivir el partido, la ropa quedo lista para irme sin ningún retraso pero ¡oh sorpresa! cuando desperté y la mayor tormenta que he visto en los últimos meses estaba cayendo!!!
Pequeños cambios en el outfit y todo quedo arreglado, ni la lluvia empañaría la emoción que tenia por ver el partido. Eran las 11 am cuando ya estaba en la recepción haciendo fila con los otros huéspedes para ir tomando los taxis que nos llevarían al estadio, la espera fue de mas de una hr, aunque íbamos ya con el tiempo justo nos toco el mas intrépido de los taxistas, quien no respeto señales, sentidos contrarios, semáforos y vueltas prohibidas ante el gran trafico que había con tal de que llegáramos a tiempo al estadio. Tengo que ser honesta, en ese momento agradecí estar arriba de ese intrépido taxi.
El transporte publico era insuficiente, no había camiones o metro que llevara a la gente al estadio, los pocos taxis que había todos los mexicanos luchaban por ganarlos pero al ver que no lo lograban la mayor parte de la gente opto por caminar hasta allá.
Nos dejaron a un kilometro del estadio, a los pocos segundos de haber bajado del taxi el glamour se perdió por completo! La lluvia termino con la hora y media de maquillaje y peinado pero lo mejor estaba por empezar, en el trayecto al estadio salte por todos los charcos, grite con todos Mexico! Mexico!, el chavo del 8, la chilindrina, aztecas y luchadores eran mis nuevos compañeros en la fila para entrar al estadio.
La seguridad al entrar y el orden fue muy bueno, la fila avanzaba rápido y todas las señales eran muy claras. La lluvia cada vez era mas fuerte, ya a nadie le importaba una gota mas de agua, escurríamos mientras caminábamos a nuestros asientos.
La una en punto de la tarde llegó, las selecciones salieron a la cancha y el himno de México fue el primero en sonar en el estadio, todos lo cantamos con el mayor entusiasmo por estar viviendo este momento con nuestra selección. El 90 por ciento de los asistentes eran mexicanos, el otro 10 por ciento, brasileños vestidos de mexicanos jajaja
Las cervezas corrían como agua, claro ejemplo de esto fue un señor a dos filas de mi que en los primeros minutos del partido se quedo dormido por estas, venir hasta acá para eso??? Quería aventarle una cubeta de agua para que reaccionara!!!
El partido llego a su fin, los mexicanos brincábamos de la emoción por la victoria, el festejo siguió en las calles y muchas caras conocidas aparecieron de repente, amigos y familiares que ni sabia que estaban aquí me los fui encontrando poco a poco. Los bares y restaurantes al rededor del estadio estaban llenos de gente eufórica, yo sigo festejando en este momento y espero en un par de días mas repetir la experiencia en Fortaleza, Brasil, donde seguiré a la selección!!! Allá vamos!!!
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Día2: Amanecí en Natal, ciudad donde fue el primer partido de Mexico
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