Quantcast
Channel: Caras
Viewing all articles
Browse latest Browse all 7464

Día 1: Llegué a Brasil luego de 28 horas, dos escalas de avión y tres horas en migración

$
0
0

Todas las mujeres desde niñas soñamos con casarnos, encontrar a nuestro príncipe azul y tener una boda de ensueño. Los hombres... Ellos sueñan con vivir un mundial.
Brasil, sede de la Copa Mundial 2014, es el escenario perfecto para descubrir durante los próximos 25 días cómo vivir al máximo la experiencia del mundial. Les iré platicando las ciudades que visitaré, los contratiempos que se irán presentando, los mejores y peores lugares de cada ciudad, donde están los hombres más guapos y cuál es la porra más escandalosa, la más odiada y la más divertida? en fin todo lo que vea.

En el aeropuerto las historias comienzan a aparecer, mexicanos nerviosos por el viaje y saber si a su llegada tendrán lo que les prometieron y compraron con meses de anticipación.

El avión venía completamente lleno. Yo, como siempre lo hago, tomé una revista para entretenerme durante el vuelo pero las conversaciones a mi alrededor llamaron mucho más mi atención.

Adelante de mí, dos chavos comenzaron a platicar y la primera pregunta fue: "¿tienes novia?", a lo que el otro respondió con una gran sonrisa: "No, soy soltero, más soltero que nunca".

Al lado, un señor, de aproximadamente 75 años, eso sí, más emocionado que un niño de 10 años, sacó de su bolsa lo que parecía un libro, pero no, era su álbum del mundial y se dedicó a revisar, dividir y pegar cada una de las estampas que le faltaban.

Atrás de mí, dos chavos de Croacia al darse cuenta que era mexicana, con una cara solemne solo me dijeron: "Buena suerte", ya que en algunos días seremos rivales en la cancha.

Podría seguir contando mil historias más pero lo mejor se acerca, mi llegada a Río de Janeiro, Brasil, después de 28 horas y dos escalas de avión. Tomamos un taxi en el aeropuerto y le pedimos nos dejara en la zona de Copacabana, su parecido con el Acapulco viejo o la Habana, Cuba, es impresionante pero muy bien conservado.

Dejamos el equipaje y a pesar del cansancio no quise desaprovechar ni un solo minuto, salimos a la playa para buscar un lugar donde cenar y tomar algo, la calle estaba llena de gente de todos los países, pero sobre todo colombianos, mexicanos y brasileños que al encontrarse se gritaban las porras de sus países. Después de dos caipirinhas y una lasagna era momento de irse a dormir.

De camino al hotel vimos un bar lleno de gente y decidimos entrar por una caipirinha más.

Lo primero que vimos fue un grupo de mexicanos que festejaban que unos minutos antes acababan de conseguir boletos del primer partido de la selección mexicana y los vuelos para llegar a éste.

Me preguntaron si nosotros iríamos y les conteste: "¡Sí, claro!" (Obvio no teníamos nada), pagamos nuestra cuenta y corrimos al hotel, sacamos las computadoras y la suerte nos ayudó; en cuarenta minutos habíamos conseguido los boletos de avión y lo más importante, los tickets para entrar al partido.

En este momento vamos camino a Natal, Brasil, en un vuelo repleto de mexicanos, dispuestos a vivir el primer partido de nuestra selección.

 

Cosas que me impactaron:

-Cambiar un trayecto de mi vuelo costaba 4,200 dólares (54,600 pesos) Obvio en segundos me convencí que el que traía era la mejor opción.

-Más del 90% de la gente en los aeropuertos eran hombres con las playeras de la selección de su país.

-Al llegar a Brasil, el tiempo para pasar migración fue de tres horas.

-El trayecto del aeropuerto a mi hotel fue de dos horas, claro que no me asustó, me recordó el tráfico de la Ciudad de México.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 7464

Trending Articles