No es un secreto que Kim Kardashian muestra sus curvas a la menor provocación, al igual que a sus hermanas, le encanta exhibirse. Por eso nos preguntamos: ¿qué sería lo único que pudiera hacer que la socialité se recatara?
La pregunta es sorprendente: entrar a un temblo. Así es, la pareja de Kanye West tapó todo su cuerpo para asistir a una mezquita en Tailandia, lugar en donde se encuentra vacacionando junto a su familia.
Kim lució un vestido blanco con mangas y sin escote, el cual le arrastraba, la única piel que dejó al descubierto fueron sus brazos.
RELACIONADAS: KIM KARDASHIAN Y KANYE WEST EXIGEN PAGO POR VIDEO PERSONAL PUBLICADO EN LA RED
Su pelo lo dejó suelto y sus labios eran lo único exótico, ya que los pintó de rojo pasión. Eso sí, la integrante de la dinastía Kardashian respetó también quitarse los zapatos para poder conocer el templo.
Ahora sabemos que sí se puede ver una Kim Kardashian bien portadita.