Enero 1, 2012.
Se le conoce a este evento como "El Everest de la Vela" por los retos que implica culminar esta competencia clasificada como una de las más ambiciosas, rudas y peligrosas en el globo terráqueo. En un tiempo aproximado de nueve meses, seis agrupaciones, formadas por 11 tripulantes experimentados, de los cuales, entre ellos, debe de haber por lo menos dos que hayan recibido instrucción médica, un velero, un ingeniero y un tripulante de comunicación.
Esos seis equipos, bajo la dirección de cada uno de sus patrones, recorrerán más de 39 mil millas náuticas, unos 72 mil 267 kilómetros, aproximadamente.
Si ya de por sí encarar las olas caprichosas del mar, que en ocasiones llegan a alcanzar los 15 metros de altura, es demasiado, los navegantes, además de estar a la merced de estas circunstancias adversas, deben de sobrevivir cada una de las etapas, algunas hasta con una duración de 20 días, sólo con un cambio de ropa, barras energéticas, comida en polvo rehidratada y agua desalinizada.
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Estos aventureros estarán haciéndose a la mar en los veleros clase Volvo Open 70 versión tres, con 17 velas para toda la vuelta al mundo (con anterioridad eran 24) y no será inusual verlos alcanzar velocidades por arriba de los 40 nudos en viento real.
Zinedine Zidane, futbolista considerado entre los mejores de todos los tiempos, fue invitado para ser testigo y parte del inicio de la aventura de esta edición del "Everest" náutico.
Zinedine, acerca de su vivencia sobre el yate Azzam, declaró: "En el momento justo antes del inicio de un partido de futbol de 90 minutos es diferente, sin embargo, el espíritu de equipo, la ambición de ganar y la emoción involucrada con la competencia a nivel internacional son muy similares".
Quizá si Fernando de Magallanes hubiera sido futbolista, hubiera declarado algo muy semejante, y haciendo uso de esta teoría, abusando de ella, me permito postular lo siguiente: a pesar de la diferencia de épocas y contextos entre Magallanes y Zinedine, aunque los objetivos disten de ser los mismos entre un personaje y otro, las emociones de circunnavegar la tierra, no son diferentes.