Acción, romance y ciencia ficción... Los amantes del séptimo arte saben valorar estas piezas únicas, que forman parte indispensable de los grandes clásicos de Hollywood.
Aston Martin DB5, de Goldfinger, James Bond (4.1 mdd)
Goldfinger es la tercera película de James Bond y el tercer filme que protagonizó el galán de Hollywood, Sean Connery. El icónico auto de esta saga aparece por primera vez en esa versión del agente secreto, convirtiéndose en el ansiado placer automovilístico de quienes son fans tanto de la serie cinematográfica, como de la velocidad y exclusividad del lujos modelo. Fue vendido en 2006, con su carrocería y gadgets interiores (botón eyector, ametralladora y cilindros hidráulicos), todos intactos.
Vestido negro, de Breakfast at Tiffany's (923 mil dólares)
Cualquier amante de la moda reconoce el look de Audrey Hepburn en esta cinta, y ubica el divino vestido negro de su personaje Holly Golightly, como el elemento clave de una mujer sofisticada y sensual. Se subastó con la ayuda de Christie's en el an?o 2006.
Zapatillas roJas, de The Wizard of Oz (660 mil dólares)
Su brillo y magia particular transforma a estas brillantes zapatillas en el accesorio perfecto de toda niña y mujer que desea viajar a la memorable tierra de Oz. Solo se vendió un par en el año 2000 de los cuatro existentes para la taquillera película.
Dodge Charger Año 69, de The Dukes of Hazzard (450 mil dólares)
Versátil, divertido y rebelde son las características del auto de los primos Duke, mismas que encantan a los apasionados de la adrenalina y los aficionados de la comedia hillbilly. Se vendió en 2007 a través de eBayMotors.com.