Si ya existe una Barbie de carne y hueso por qué no iba a haber un Ken. Si creían que ya lo habían visto todo, se equivocan, les falta conocer la historia del joven Justin Jedlica.
Tiene 33 años y es todo un muñeco, sí, su meta en la vida es parecerse al novio de Barbie, por lo que se ha sometido, hasta el momento, a más de 100 cirugías estéticas en las que ha gastado 160 mil dólares.
Podría parecernos una locura, aunque para él es un placer entrar cada ocasión al quirófano para deformar aún más su rostro y parecer una verdadera figura de plástico.
El famosos Ken humano ha aparecido en diversos programas, cientos de personas en el mundo se han fotografiado con él, es todo un personaje.
Pero, ¿quién es ese tal Justin Jedlica y por qué su obsesión con el muñeco más famoso?
Sus padres son originarios del barrio El Bronx, Nueva York, creció en una familia grande compuesta por seis hijos, por lo que tuvo una infancia muy pobre.
"Como un niño que nace en primer lugar, mis padres era estrictos conmigo. Mi padre hubiera querido que su primer hijo reflejara sus intereses, creencias, así como atributos físicos y yo era lo contrario de lo que esperaba", cuenta en su biografía el famoso Ken.
Justin agrega que en lugar de los autos o los deportes se sentía atraído por las artes y la estética, como el dibujo, la música y la escultura.
"Siempre sentí que estaba destinado para cosas grandiosas, pero no estaba seguro de cómo mi vida sería distinta de la que había tenido en la infancia", menciona.
Durante su juventud, la visión del mundo de Justin se limitó a los libros y la televisión; desarrolló un gran interés por las diversas culturas y se enamoró de la belleza arquetípica de los egipcios, en especial de la reina Nefertiti.
Admiraba también a varios famosos como Michael Jackson, Elvis Presley, Andy Warhol y Donal Trump.
"Estos intereses fueron fundamentales para la formación de mi visión de la belleza, el estilo de vida que quería y la notoriedad que buscaba y así nació el "Ken Doll".
Fue entonces cuando a los 16 años, antes de terminar la secundaria comenzó a buscar un cirujano plástico para operarse la nariz.
"Mi familia no apoyó mi decisión, así que tuve que esperarme hasta cumplir la edad legal para poder hacerme la operación. Cuatro días después de haber cumplido 18 me subí a la mesa de operaciones y me sometí a mi primera cirugía estética", recuerda Justin.
De una pasó a dos y luego a 100, pero su intención es realizarse 45 operaciones más o las que sean necesarias para ser lo más parecido posible al novio de Barbie.
Se ha hecho implantes de bíceps, mejillas, labios, glúteos, mentón y hombros, que él mismo diseñó. Actualmente tiene una consultoría sobre cirugías plásticas y quiere crear su propia línea de implantes.
"El proceso de modificación es catártico para mí. La reconstrucción de los contornos de mi cara y cuerpo son un esfuerzo por personalizarme y crecer como individuo. Mi plan es mantener mi apariencia y continuar presentando la versión más óptima de mí mismo", asegura el Ken humano.
¿Qué opinan, se parece?