Julio 19, 2012.
Los tonos vivos, las formas geométricas, los imaginativos dibujos inundan la línea de almohadones de Mónica Fittipaldi creados a partir de accesorios de Hermés.
La primera colección de foulards y pañuelos de Hermès se lanzó en Francia en 1937. A partir de ese momento, estos complementos tan elegantes fueron adoptados por la élite del país como un básico, y se consideran uno de los accesorios más representativos de la casa de moda gala.
Todavía en la actualidad sus fantásticos carrés y otros pañuelos mantienen ese halo de exclusividad que los ha convertido en auténticas piezas de colección.
Son accesorios que no necesitan presentación alguna, sus diseños atiborrados de formas geométricas y dibujos de vivos colores, confeccionados completamente a mano, por la seda china con la que se fabrican o también por la tradición y buen gusto que se le adjudique inequívocamente a la firma que los respalda.
Sea cual sea el motivo, la diseñadora de interiores Monica Fittipaldi les ha dado una utilidad a los pañuelos muy interesante ya que los ha utilizado como forros de su nueva línea de cojines tras recorrer el mundo en busca de los modelos más raros, originales e inusuales.
Es por ello que no existe un almohadón igual a otro. Son piezas únicas y exclusivas. Su precio oscila entre los 900 y los 1.065 euros y se venden a través de la boutique online de la diseñadora francesa, L'atelier Carré.