A poco más de una semana de uno de los eventos culturales más importantes del país, platicamos con Sarah Hoch, directora del Guanajuato International Film Festival (GIFF), que se llevará a cabo del 19 al 28 de julio, en las ciudades de Guanajuato y San Miguel de Allende.
¿Cómo se sienten a unos días de empezar la edición número 16 del festival?
Somos un evento maduro, y eso ha queado claro en cada unas de nuestras ediciones, en las que nos hemos consolidado como una plataforma que intenta reactivar la industria cinematográfica. Otros festivales están ligados a cuestiones políticas y otros ambientes, pero nosotros nacemos por una hambre de cine, por eso buscamos impulsar la creación y el financiamiento de esta industria.
¿Cómo ha sido la evolución del festival desde sus inicios?
Desde un principio hemos estado en contra del institucionalismo y el "club de Tobby" que existía en el cine mexicano. Fue por eso que desde el inicio fuimos muy odiados y respetados dentro de la industria; porque denunciábamos todo lo que no nos parecía. Nuestro evento es una plataforma para acercar a los grandes cineastas y sus películas al pueblo de México o a cualquiera que se interese por este tema.
Además tienen convenios con otros festivales como el de Cannes, ¿cómo ha sido todo esto?
Tenemos varios convenios internacionales, como lo es con el brazo desarrollador de nuevos talentos del Festival de Cannes. Ellos hacen una selección de los cineastas más prometedores y les dan una residencia allá. Nosotros les damos una en México, en la que pueden desarrollar sus proyectos futuros. También tenemos intercambios con el Festival de San Sebastián, el de Rotterdam y el de Sundance, sobre todo en áreas como teaching y residencia. Lo que queremos es ayudar a los talentos que están en su primer largometraje o por empezar su segundo.
¿Qué ofrece al público en general un evento como éste?
Estamos en dos ciudades que son de por sí muy culturales y en las que se suman 21 sedes en las que se puede apreciar el buen cine desde lugares en la calle, hasta en jardines y plazas. En Guanajuato vamos a tener actividades en las escaleras de la universidad y hasta en las calles de subterráneas. Cuando nació el festival no teníamos salas de cine en estas dos ciudades, así que nos acostumbramos a hacer proyecciones en espacios abiertos, es por eso que echamos mano de auditorios y teatros como el teatro Juárez de la capital del estado. En nuestro festival todos somos VIP, por eso todos pasamos por la alfombra roja (risas).
¿Qué hay en cuanto a la oferta de películas?
Tenemos muchas premieres latinoamericanas y de otros países, de hecho muchos de los ganadores de Cannes estarán con nosotros porque somos el festival que sigue de ellos en cuanto a fechas.
Además habrá mucha fiesta, ¿no?
Este año habrá muchas, como la apertura y la clausura, en la que tendremos a DJ?s reconocidos; cerraremos las calles subterráneas y ahí se va a armar la fiesta.
Eres estadounidense pero vives en Guanajuato, ¿cómo te empezó a interesar el cine mexicano?
Estudiaba Relaciones Internacionales y Finanzas cuando fui invitada a participar en una película como actriz. Hice un papel en una película producida por México y Nueva Zelanda que trataba sobre un pintor de San Miguel de Allende tenía algunas mujeres. Yo era una de ellas y entré porque necesitaban a una actriz que se pareciera a Marilyn Monroe (risas). Fue así como poco a poco me fui metiendo en cuestiones de producción.
¿Cómo llegaste a México?
Nací en la ciudad de Kansas, pero crecí entre Nebraska y San Miguel de Allende, así que estuve en dos ambientes muy distintos, porque por un lado estaba el clima conservador del centro de Estados Unidos, donde además tenía a mis padres que se dedicaban a la política. Lo bueno fue que mis padres se enamoraron de San Miguel y fue así como llegué a este lugar desde muy chica.
Entonces el gusto por el cine lo desarrollaste en México?
Cuando llegamos a Guanajuato, San Miguel era un pueblito lleno de arte, aunque un poco hippioso, pero rico en todos los sentidos. De esta forma me fui acercando a todo esto. Nunca me dediqué al arte porque siempre me ha gustado estar detrás o en la organización.