Amy Winehouse murió debido a la bulimia que padecía y no por la adicción a las drogas, al menos es lo que aseguró el hermano de la intérprete, Alexander Winehouse.
"Lo que realmente la mató fue la bulimia", dijo Alex a la revista The Observer, durante la inauguración de "Amy Winehouse: un retrato de familia", exposición que se encuentra en el Museo Judío en Camden, en Londres.
Añadió que si su hermana no hubiese tenido ese transtorno desde la adolescencia, "habría sido físicamente más fuerte ".
Alex aseguró que su hermana comenzó con el transtorno de la bulimua desde los 17 años de edad y que no era la única, pues su grupo de amigas también tenían este padecimiento, pero "Amy nunca paró".
"(La bulimia) La persiguió durante el resto de su vida, la dejó débil y más susceptible", confesó el hermano de la intérprete.
De acuerdo a los resultados de la autopsia, Amy Winehouse murió en julio de 2011 a los 27 años, por abuso de alcohol.