Paris Jackson, quien todavía se encuentra ingresada en el hospital tras su intento de suicidio, no ha querido volver a celebrar su cumpleaños desde que su padre, Michael Jackson, la sorprendiera con una fiesta que incluía un circo privado en abril de 2009, justo dos meses antes de que el artista falleciera.
El juicio que la familia de Michael mantiene contra la compañía AEG Live --promotora de la última gira que el intérprete nunca llevó a cabo--, que está motivado por la supuesta responsabilidad que tuvo la empresa en la muerte del cantante, habría intensificado la tristeza que siente Paris por la ausencia de su progenitor. Tanto es así, que la cocinera personal de la estrella, Kai Chase, reveló que la adolescente se pasa llorando todo el tiempo porque todavía no ha sido capaz de superar la tragedia.
"Paris no ha celebrado su cumpleaños desde la muerte de Michael. No ha querido festejarlo desde que tuvo lugar la tragedia. Paris siempre ha sido la niña de papá y ahora está destrozada y perdida. Llora y habla sobre Michael todo el tiempo. Trata de encontrarse a sí misma y descubrir quién es. Está recibiendo mucho amor y comprensión por parte de todos nosotros", reveló la empleada durante una de las sesiones del proceso judicial.
La cocinera también dijo que Paris no es la única que está sufriendo todavía la pérdida de la estrella. El hijo menor de Michael --Blanket, de 11 años--, no asiste al colegio porque está recibiendo su educación primaria en la intimidad de su hogar, donde todos los días aparece con una camiseta con el rostro de su padre estampado.
"Él no tuvo demasiado tiempo para disfrutar de la compañía de su padre. Era muy pequeño cuando Michael murió, y ahora echa en falta la presencia de una figura paternal", declaró Kai Chase.
La madre de Michael, Katherine Jackson --encargada de la custodia de los tres niños-- ha solicitado a la citada compañía una cuantiosa indemnización por la ineficiente investigación que los promotores llevaron a cabo sobre el doctor Conrad Murray antes de recomendar a Michael que le contratara. Actualmente, el médico se encuentra cumpliendo una condena de cuatro años de prisión por la negligencia médica que condujo a la muerte del intérprete, a través de una sobredosis de propofol.