Hace dos años que Thalía y sus hermanas le dieron el último adiós a su mamá. Fue el 27 de mayo de 2011 cuando Yolanda Miranda murió sorpresivamenmte a causa de un derrame cerebral.
En el segundo aniversario luctuoso, la cantante no ha querido dejar pasar la fecha y lo recordó a través de sus redes sociales: "Dos años de silencio.... Cómo te necesito, cómo te extraño...", mensaje que colocó en su Instagram con una foto donde aparecen ambas muy abrazadas.
"Doña Yolanda", le decían a la mujer que en todo momento también apoyó a su hija Ernestina Sodi en su camino a convertirse en escritora.
Lo mismo sucedió al secundar incondicionalmente a Federica Sodi para llegar a ser una gran arqueóloga, o a la pintora Gabriela Sodi. Y qué decir de Laura Zapata, (media hermana del resto). Aunque los últimos años fueron de polémica, innegable es la fortaleza que le dio para convertirse en lo que ahora es.
Adiós a la "guerrera", como la llamó Thalía la mañana de la muerte de su madre en su Twitter. "Adiós" a aquella mujer de cabello claro que difícilmente dejaba sus lentes.
Aún a la distancia, Doña Yolanda (o "Yolandita" también para los técnicos que la veían caminar por los pasillos de Televisa), siempre estuvo pendiente de cada una de sus hijas.
Como líder, procuraba el orden y la estabilidad familiar. Hacía caso omiso a los chismes, a los rumores; en cambio sí, daba jalones de riendas a sus hijas para mostrar, antes que otra cosa, respeto a su profesión.
Esa fuerza que representaba amor y que sus hijas valoraban, llegaba también a otras regiones, ya sea Europa, Estados Unidos, donde Ernestina y la hija de ésta, Camila Sodi, han radicado para rehacer sus respectivas vidas; la última, con el actor Diego Luna, con quien tiene dos hijos: Jerónimo y Fiona y de quien recientemente se divorció.
Siempre con una sonrisa - ésa era su naturaleza; no había poses-, Doña Yolanda saludaba a todo mundo, y la prensa no era la excepción. En todo momento hubo una gran relación con los medios de información, a quienes, antes de colgar el teléfono decía "gracias por la entrevista".
Sencilla, alegre, con mucho amor; excelente ser humano. Seguramente, así siempre será recordada Doña Yolanda.