La "huída" de Lindsay, durante la mañana del jueves 2 de mayo, podría acarrear serias consecuencias si no vuelve a la clínica Morningside Recovery de Newport Beach (California) durante la mañana de hoy, día viernes.
A la intérprete pelirroja --quien acató la sentencia del juez por la que se le condenaba a 90 días de tratamiento tras verse involucrada en un accidente de coche en junio del año pasado-- deberá ingresar de nuevo en el centro a las 6 de la mañana (hora Californiana) como máximo, si no acude hasta esa hora, el fiscal ha asegurado que será arrestada.
"Ha sido un gran error que Lindsay abandonara el centro de rehabilitación al que el juez había accedido a ingresarla. Tomar una decisión de esta magnitud le traerá serias consecuencias y si no consigue que su abogado haga un trato esta noche, el fiscal pedirá su arresto por la mañana", explicó ayer una fuente cercana a la intérprete a RadarOnline.
La actriz de 26 años abandonó las instalaciones de la clínica en su coche --sin siquiera llegar a pisar la institución-- y se dirigió directamente al aeropuerto de Los Ángeles, embarcando posteriormente en un avión de vuelta a Nueva York, donde pasó el día de compras.
Pese a esto, su abogado, Mark Heller, compareció en los juzgados en la mañana del jueves explicando que la estrella ya había ingresado. No fue así, y de haberse quedado en la clínica a la que acudió tampoco habría estado siguiendo las órdenes del juez, quien había elegido un centro situado en Nueva York y no en California.
A pesar de llegar a un acuerdo conjunto, la intérprete --quien se ha sometido a desintoxicación en cinco ocasiones desde 2007-- decidió cambiar de lugar de rehabilitación en el último momento, decisión que tomó por la estricta normativa de Seafield (la clínica de Nueva York) con respecto al tabaco.