Se dice que se torea como se es, y desde el primer momento en que nos pusimos en contacto con Diego nos mostró la sencillez que lo caracteriza, así como una seguridad que se respira a kilómetros de distancia con la que contestó a nuestras preguntas y posó para nuestras cámaras. Con solo 27 años de edad, tiene una facilidad de palabra que podría ser conductor de televisión, pero él es torero de vocación, simplemente lo trae en la sangre. A pesar de la trágica muerte de su padre, David Silveti, quien desafortunadamente se quitó la vida en 2003, el decidió seguir adelante con su sueño.
Cuéntanos sobre tu bisabuelo, sabemos que es una figura legendaria.
Fue un personaje muy importante en la historia de México, tenía una gran personalidad, era muy amigo de Venustiano Carranza, de Emiliano Zapata y de Pancho Villa. De hecho, no sé si habrán escuchado del famoso 'Juan sin miedo', bueno pues ese era mi bisabuelo. (Existe una película llamada Juan sin miedo, de 1938, donde el propio torero aparece interpretándose a sí mismo y compartiendo el estelar con Jorge Negrete).
Tu abuelo también fue torero, y muy exitoso. Platícanos de él.
El hijo de 'Juan sin Miedo' es mi abuelo Juan Silveti Reynoso, que tomó alternativa a principios de los 50. Mi abuelo fue todo lo contrario a su padre, su estilo era muy clásico, muy ortodoxo. Su toreo es muy conocido en España, es el torero mexicano, de acuerdo a las estadísticas, que más orejas ha cortado y que más veces ha toreado en Madrid.
¿Cómo era tu papá, David Silveti?
Mi papá siempre fue un enamorado de la fiesta, desde niño. Él empezó en 1979 y ese mismo año se fue a hacer una temporada a España. Cuando volvió a México le fue muy bien y se hizo figura del toreo en 1989 en la plaza México. Es importante recordar el año porque la Plaza México ya llevaba cerca de 10 años cerrada, así que el significado de haber triunfado en ese momento fue mucho, porque regresó la ilusión por los toros y tuvo la fortuna de ser el ídolo que se necesitaba en ese momento. Le decían 'El Rey David' por su clase en el toreo, su entrega y porte.
¿Qué dejó tu padre en ti, además de su pasión por el mundo del toreo?
Lo más importante fue su ejemplo como ser humano, la trascendencia y el legado que me dejó. Yo a mi papá lo admiro más por lo que me enseñó y por la educación que me dio, que por su toreo.
¿Por qué quisiste entrarle a los toros si estabas en otra cosa y tenías otra vida?
Porque esa es mi vocación. Para ser torero, hay que nacer siendo torero. De hecho, "vocación" en latín significa "llamado a ser". Yo definitivamente creo que nací siendo torero. Sin embargo, con el paso del tiempo te das cuenta de que es una carrera con muchos sacrificios, de mucha disciplina, de dejar cosas a un lado para dedicarte por completo al toro. Es una vida muy sana. No te voy a decir que no me gusta tomar una cerveza o salir en la noche, pero el éxito sí depende mucho de tu forma de vida, de cuidarte, y para mí, de dejar a un lado la vida normal que tenía antes, cuando estudiaba.
¿A qué edad empezaste?
Profesionalmente tenía 23 años de edad, pero la primera vez tenía solo 8. Con mi papá llegué a torear a los 2 años, me tenía cargado en sus brazos.
¿Qué te dijo tu mamá cuando le dijiste a lo que te querías dedicar?
Mi mamá ha sido un pilar y ejemplo en mi vida. Le había prometido acabar mi carrera universitaria y cuando le entregue mi título profesional, me apoyó completamente. Ella sabe que es mi vocación.
Tienes una relación muy cercana con Emmanuel...
Quiero muchísimo a Emmanuel, es mi padrino. Y era muy amigo de mi papá desde chicos, ambos eran toreros y compartían su gusto por la música y cantaban. Alexander, su hijo, es de la misma edad que yo y somos muy amigos desde chiquitos, hemos pasado navidades, fiestas y eventos familiares juntos. Él y su famlia son como mi familia, me han apoyado siempre en mi carrera desde que murió mi papá. Y ese día que le dediqué el toro fue muy importante para mí; fue un 12 de diciembre, le corté el rabo al toro y se lo dediqué a Emmanuel.
MIEDO Y ÉXITO EN EL RUEDO
Cuéntanos acerca del miedo que da estar parado en el ruedo.
Obviamente detrás hay una preparación que te da cierta seguridad. Pero te voy a decir algo, yo creo que todos los toreros tenemos miedo siempre. No es solamente el miedo a que te pase algo, es el miedo a fracasar, a defraudar a la afición, a no estar a la altura de tus sueños. Eso es lo más angustiante, porque cuando sale el toro no sabes cuáles son sus cualidades o sus defectos. Ahí es cuando se mezclan sentimientos de emoción, miedo, adrenalina y muchas ganas.
¿Qué opinas de la gente que está en contra de las corridas de toros?
Yo lo entiendo. Son muy respetable las personas que no apoyan a los toros y comprendo sus justificaciones. Sé que es un espectáculo donde hay sangre, donde hacen sufrir al toro y al final muere. Sin embargo, no respeto ni acepto la manera en la que ellos no toleran lo nuestro. Si no te gustan los toros, no vayas o no lo aceptes, pero no faltes al respeto a los que nos dedicamos a esto. Te llaman 'asesino', no entienden que es una tradición, una historia y una cultura milenaria. Además, el mismo animal, el toro de lidia, está conservado por los ganaderos; existen porque existe la tauromaquia. Si no fuera por esto, el animal estaría extinto.
Sevilla, ¿qué representa para ti?
Tengo 5 años viviendo ahí, paso más de la mitad del año allá, como 8 meses. Me gusta mucho porque el sevillano se parece mucho al mexicano. En esa parte del sur de España las personas son personas muy alegres, amables, fiesteros, y para ellos ir a los toros es como ir a misa. Hay muchas ganaderías. Por ejemplo, si vas a un bar, las fotos de los famosos en lugar de ser de actores, son de toreros. He hecho muy buenos amigos allá.
¿Cuál es la anécdota que más recuerdas de una faena?
Hay una muy chistosa. En los toros dicen que hay muchas supersticiones. Estaba en Gijón, España. Siempre, antes de torear, me voy a calentar a un parque. Así que me salí a calentar, con mi iPod. De repente, se acercó un señor rarísimo y me dijo 'oye niño, ¿y tú qué haces?'. Y yo le contesté 'soy torero'. Se emocionó y me respondió 'te voy a decir una cosa, todo el mundo dice que el traje de torero color amarillo da muy mala suerte, pero yo te voy a decir la verdad, las peores tragedias, muertes y accidentes, han sucedido con el traje verde'. ¡Y me entraron unos nervios, porque precisamente llevaba un traje verde para ese día! Pensé en si debía cambiar de terno, pero al reflexionar supe que debía de usarlo, de lo contrario me iba a volver supersticioso y no quería. Al final me quité de miedos y me puse el verde. Fue de los días más padres que he toreado, me fue súper bien, triunfé y me gané mi alternativa al año siguiente en Gijón.
¿A qué debes el éxito que has tenido en tu carrera?
Hay mucha gente detrás de mí. Sin ellos, no podría ser lo que soy. Mi familia, mis amigos, gente cercana que me ha hecho sentir muy especial y me ha apoyado en todo momento. Y ahora también cuento con el cariño del público.
FAVORITOS
Pasatiempo Futbol, le voy a las Chivas.
Ciudad Guanajuato.
Película La vida es bella.
Libro El gran león de Dios de Taylor Caldwell.
Cantante Emmanuel.
Gadget Soy nuevo en el iPhone y me encanta.
Héroe Jesucristo.
Torero mexicano Mi papá, David Silveti.
Torero español José Tomás.
Novia Maricruz.